SALVADOR
Nuestra primera experiencia con el onibus de larga duración en Brazil y el no entendimiento de, cómo es posible que sean capaces de viajar con el aire acondicionado a toda pastilla tan tranquilamente, acompañadxs de sus almohadas y mantas, incluso gorros, para no morir de un resfriado, en fin, algo ininteligible para nosotrxs, que pasamos un frío de mil demonios...
Superadas las 34 horas de viaje, 4 de retraso que según nos comunicó la compañía cuando fuimos a reclamar, están dentro de lo normal debido a las paradas que hacen cada 3,2 segundos, llegamos a las 22 horas a la Rodoviaria. Con las horas que son, la noche ya muy metida y el desconocimiento, no nos íbamos a poner a buscar el onibus u onibuses que nos iban a llevar al que sería nuestro hogar durante dos días, así que nos decidimos a coger un taxi. Tras varias vueltas, preguntas por la calle y demás, conseguimos llegar a nuestra calle, y con ello nuestra primera impresión de Salvador no demasiado buena. Miradas que se nos clavan a través de las ventanillas del taxi, calle oscura y sucia, advertencias del taxista, vamos un sustazo de la leche...
Por el día la cosa cambia y nuestra impresión también, mejora gratamente. Estamos muy cerquita del centro, así que vamos caminando y preguntando a sus gentes cómo llegar hasta el Pelurinho, lugar emblemático por lo que significó, allí lxs esclavxs africanxs eran subastadxs y maltratados por los colonos portugueses...de que cosas tan horripilantes somos capaces los seres humanos por sentirnos más, por ese ansia de poder que nos corroe.
A destacar el baile afrobrasileiro que nos deja boquiabiertxs y está siendo grabado para un programa de viajes que echan en la 2, y la super batucada por la tarde con su ritmo, color y alegría que las caracteriza, y con un toque de locura!
Intentamos ir a la Praia de Barra y ver así su farol, y pegarnos un bañito, es lo que tenemos lxs de interior...,pero tras una vuelta morrocotuda en onibus de regreso de la Rodoviaria y aparecer en el Mercado Modelo, decidimos quedarnos por allí ya.