RIO GRANDE
Estábamos de suerte, y el primer camión que pasó, paró y nos levantó. Hicimos el trayecto del tirón hasta Ríos Gallegos, donde el camionero debía hacer la aduana lo que le demoraría unas cuantas horas, por lo que nos dejó en la gasolinera y probamos suerte de nuevo, aunque esta vez con un poco menos...El lugar era muy transitado pero no paraba nadie, además de juntarnos unas cuantas personas con el mismo objetivo, viajar al sur. Cuando ya habíamos perdido un poco la esperanza y tras comprar unos chocolates que nos animarán un poco, pasó nuestro siguiente transportista, Jorge, un camionero de Trelew que iba exactamente hasta nuestro siguiente destino, Río Grande.
Nos asustamos un poco cuando nos dijo que igual no llegábamos hasta el día siguiente, nosotrxs no viajamos con carpa...
El viaje, a pesar de no quedar demasiados km, demoraba bastante tiempo ya que teníamos que cruzar el estrecho de Magallanes en barcaza y después continuar por una carretera de ripio durante 80km.
El viaje en barcaza fue increíble. Nos permitió disfrutar del avistamiento de Toninas, una especie de delfines de color blanco y negro como las orcas. Jugaban junto a la barcaza, deleitándonos con su dulce danzar al son de las olas que producía la Barça con el agua.
Durante el camino observamos un cielo ardiendo, con una mezcla de colores increíbles, y es que siendo las 0:00 aún el cielo permanecía iluminado.
Sobre las 0:30 llegamos a Río Grande, y Jorge decidió que tras dejar el remolque del camión donde debía, nos acercaría a casa de Rocío, nuestra siguiente anfitriona, y así fue.
Rocío junto a su inseparable amiga Ailen, nos esperaban en su casa con unas ganas locas de hablar, que les contáramos de nuestro viaje, nuestra experiencia,...así que nos dieron cerca de las 3, y ya estábamos que nos caíamos del sueñito cuando decidimos irnos a la cama.
Al día siguiente, por mucho que intentamos dormir más, nuestro afán por madrugar pudo más. Una vez en pie fuimos a comprar con Rocío y preparamos una rica torta de espinacas y ricota, Uhmmm eso estaba excelente.
Por la tarde paseamos por la costanera, merienda con facturas en casa de Ailen y cenita rica regada con un poco de Fernet, rica bebida de origen italiano que se mezcla con coca cola y tiene un regusto especial.
A la mañana siguiente, preparamos nuestro cartel para Ushuaia, y es que ya estábamos tan cerca del fin del mundo...que una gran emoción nos embriagaba.
Nos despedimos de Rocío deseándole lo mejor del mundo y partimos hacia nuestro siguiente destino, Ushuaia!!!
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