jueves, 11 de febrero de 2016

VALDIVIA

VALDIVIA

Llegar a nuestro destino suponía cruzar la frontera y toda una odisea de trámites y transportes que superamos felizmente más rápidamente que el resto de los mortales del lugar. Gracias a la combinación de distintos autos y agradecidos conductores, pasamos la frontera al no tener compras que declarar. Es así como llegamos al cruce de Osorno y nos levantaron una cómica pareja de asturianos que llevaban afincados a ambos lados de los países vecinos. Antes pasamos por una zona toda afectada por los efectos de la ceniza del volcán, con un paisaje totalmente extraño y de infinitos tonos grisáceos.

Fuimos al hostel que nos recomendaron los asturianos, un lugar muy cuco con todo tipo de información cultural pero un tanto caro para nuestros bolsillos.
Al día siguiente fuimos a casa de Ricardo, un bailaor flamenco chileno, formado en Sevilla, con su propia compañía y una academia. Menuda coincidencia..

Ese mañana fuimos a un mercado de pulgas, donde pudimos comprar frutas y verduras más baratitas y ricas, pero nos fuimos rápido ya que habíamos quedado con nuestro anfitrión para comer.

Comimos en el bar de una amiga y después paseamos por la costanera y tomamos "mote con huesillo", una bebida un tanto dulzona que toman lxs chilenxs para refrescarse durante el verano, aunque nosotrxs no acabamos de sacarle el gustillo ni la frescura.

Tras una breve siesta nos fuimos a casita a descansar.

Por la noche RIcardo llegó con ganas de fiesta, así fuimos a tomar cerves artesanales y terminamos en el karaoke de un amigo participando Miqui y yo con una canción de Radio Futura y otra de Alaska, pero por supuesto nuestro dúo no fue rival para los entornados oponentes; estuvo simpática la noche.

Al día siguiente fuimos a Niebla, población próxima a Valdivia con mar, pero el día nos salió bastante gris, y un tanto fresquete, pero eso no nos impidió pasear por la playa e intentar tumbarnos al poco sol que salía de vez en cuando. Además la playa no era acta para el baño debido a lo bravo del mar.

Después paseamos por el fuerte que construyeron sobre la roca los españoles para evitar la invasión de los piratas ingleses. 

Por el camino, y después de llevar...meses meditándolo, nos decidimos y nos hicimos con nuestro kit de campistas, carpita, sacos y aislantes. De ahí para casita con un cansancio bastante considerable.

Así que, cuando Ricardo llego nuevamente con ganas de carretear, nos pilló prácticamente en la cama, nos hemos desacostumbrado...

A la mañana siguiente, a pesar de amenaza de  lluvia, tomamos nuestras inseparables compañeras de viaje, nuestras mochilas, esta vez con un poco más de peso, y nos lanzamos de nuevo a la ruta dirección Pucón.

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